domingo, 10 de febrero de 2019

ESTA EDICION ESTARA VIDENTE DURANTE LA SEMANA DEL 11 AL 17 DE FEBRERO 2019


Aquí estamos de nuevo con ustedes en nuestro sexto encuentro de este año 2019. En esta oportunidad seguiremos tratando de responder a diez preguntas teológicas sobre la biblia que a menudo nos planteamos en nuestro silencio personal de meditación, pero no investigamos lo necesario, ni tan poco preguntamos ya sea a un sacerdote o pastor.  Las 10 preguntas que nos vamos a plantear y analizar en esta semana son las siguientes:
¿Cómo era la actividad religiosa en una sinagoga en la época de Jesús?
¿Existía en la aldea de Nazaret alguna sinagoga?
¿Se puede decir que en la sinagoga de Nazaret Jesús dio un paso muy importante?
¿Cuál era el lugar más sagrado en una sinagoga?
¿Qué idiomas se supone que hablaba Jesús?
¿Qué era el Año de Gracia en esa época?
¿Nos podría hablar un poco sobre la pequeña aldea de Keriot?
¿Tenía Pedro algún apodo?
¿Qué nos puede decir de los hermanos Macabeos?
¿Qué significa Reino de Dios?
Lo más importante mis apreciados amigos y amigas cuando leemos la Biblia es estar seguros de que hemos comprendido todo el significado de las palabras y sobre todos de algunos conceptos relacionados con la época.
Por esa razón en esta sexta entrega del año voy a tratar de compartir con ustedes algunos comentarios sobre algunas palabras o términos que encontramos en las Sagradas Escrituras, y que es muy importante conocer para asimilar mejor lo que el Espíritu Santo no quiere decir o manifestar sobre la Palabra de Dios.

DESARROLLO DE LAS PREGUNTAS y RESPUESTAS TEOLÓGICAS DE ESTA  SEXTA EDICIÓN:
¿Cómo era la actividad religiosa en una sinagoga en la época de Jesús?
Debo decirle que cuando el pueblo se reunía los sábados en la sinagoga, comenzaba siempre la oración con la recitación del “Shema” (“Escucha Israel”, Deuteronomio 6, 4-9.). Es una de las plegarias preferidas de la piedad judía, que tiene hasta el día de hoy la costumbre de escribirla y colocarla en el marco de la puerta de las casas. Después de esta oración seguían otras 18 plegarias rituales que precedían a la lectura de las Escrituras.

¿Existía en la aldea de Nazaret alguna sinagoga?
Desde luego que si: en Nazaret se conserva una pequeña sinagoga edificada sobre los restos de la del tiempo de Jesús. Aquella debió ser una construcción aún más pequeña que la actual, por tener tan pocos vecinos la aldea.
Como todas las sinagogas, estaba orientada de tal forma que, al rezar, el pueblo miraba hacia el Templo de Jerusalén, centro religioso del país. En la sinagoga, los varones se cubrían la cabeza con un manto y las mujeres no se mezclaban con ellos. Se les destinaba un lugar apartado, separado por una rejilla. Tampoco en la sinagoga las mujeres podían leer en público las Escrituras ni comentarlas.


Estas en lo cierto en la sinagoga de Nazaret, Jesús dio un paso importante en la maduración de su conciencia. Aplicarse a sí mismo la frase de Isaías “El Espíritu está sobre mí” era una forma de reconocerse profeta, en la tradición de todos los profetas que le habían precedido.
Después de su muerte y de dar testimonio de su resurrección, la iglesia primitiva acumuló sobre Jesús títulos para describir su misión: Señor, Hijo de Dios, Cristo.
La historia que recogen los evangelios deja ver, sin embargo, que el título con que fue aclamado unánimemente por el pueblo y por sus discípulos fue el de profeta. El profeta se define en oposición a la institución.
A Jesús no debemos considerarlo como un teólogo o un maestro religioso más radical que otros, aunque dentro de la institución. No podía serlo. Le faltaba lo que hacía a los maestros de su tiempo: los estudios teológicos. La formación de los maestros era rigurosa, duraba muchos años, comenzaba desde la infancia.
Cuando a Jesús le llamaron “rabí” (maestro, señor), le estaban aplicando un tratamiento que en su tiempo era habitual y que no debe traducirse como maestro en sentido de teólogo. Más bien, a Jesús lo acusaron los maestros de enseñar sin tener autorización (Marcos 6, 2).


Muy interesante pregunta. El lugar más sagrado de la sinagoga se encontraba en la pared que se orientaba hacia Jerusalén. Allí se guardaban los pergaminos de la Torá (Ley), donde estaban escritos los libros sagrados, los que hoy se conocen como Antiguo Testamento. No eran libros como los actuales, sino pergaminos enrollados. Se guardaban en cajas de madera artísticamente labradas.
Era costumbre que cualquiera de los hombres presentes en la sinagoga leyera un fragmento de la Escritura y después lo comentara a sus paisanos según su inspiración.
Esta misión no era exclusiva de los rabinos y participaban en ella los laicos varones. El texto que Jesús leyó en la sinagoga de Nazaret, momento con el que dio comienzo a su actividad pública, lo tomó del capítulo 61 del libro del profeta Isaías en los versos 1 al 3.


Jesús, como todos los israelitas de su tiempo, hablaba en arameo, pero al leer tenía que emplear el hebreo. El arameo es una lengua del mismo tronco lingüístico que el hebreo, hablada aún en algunos pueblos de Siria.
Se usaba en todo el país como lenguaje familiar y popular desde unos cinco siglos antes de nacer Jesús. A partir de aquella época, el hebreo se limitó a ser la lengua de los doctores de la Ley.
En hebreo se escribían las Escrituras. El rollo en el que leyó Jesús en la sinagoga de Nazaret estaba escrito en hebreo. Jesús, un campesino nada familiarizado con esa lengua culta y además hombre de pocas letras, titubearía al leer en público.

¿Qué era el Año de Gracia en esa época?
Muy buena pregunta debo comenzar diciendo que el Año de Gracia era una institución legal muy antigua que se remontaba a los tiempos de Moisés.
Se llamaba también Año del Jubileo, porque se anunciaba con el toque de un cuerno llamado en hebreo “yobel”. El Año de Gracia debía cumplirse cada 50 años.
Al llegar esa fecha, las deudas debían anularse, las propiedades adquiridas debían volver a sus antiguos dueños con el fin de evitar la excesiva acumulación y los esclavos debían ser dejados en libertad.
La ley era expresión y proclamación de que el único dueño de la tierra es Dios. Desde el punto de vista social ayudaba a mantener unidas a las familias en torno a un patrimonio suficiente para garantizar una vida digna.
Era también un memorial de la igualdad original que existió al llegar el pueblo de Israel a la Tierra Prometida cuando nada era de nadie y todo era de todos (Levítico 25, 8-18). En el mismo sentido existía también la institución del Año Sabático, que debía cumplirse cada siete años.
Estas instituciones legales se entendían como leyes de liberación. Así fueron proclamadas por Jesús en la sinagoga de Nazaret, donde se presentó el cumplimiento del Año de Gracia como el punto de partida para iniciar un cambio urgente en el país dada la gran diferencia que existía entre pobres y ricos.

Judas fue uno de los doce discípulos de Jesús. Llamarlo el Iscariote o el de Kariot pequeña aldea de la región de Judá. Especialistas en el tema de los zelotes, movimiento clandestino y armado de oposición a la ocupación romana, ven en el apelativo “iscariote” una deformación de “sicario”.
Los sicarios eran el grupo más fanáticamente nacionalista entre los zelotes. Se llamaban así porque usaban “sicas” (puñales o dagas) para cometer atentados terroristas contra los romanos.

¿Tenía Pedro algún apodo?
Aunque no era de Alajuela si lo tenía. Simón, uno de los doce discípulos del grupo de Jesús es apodado en el evangelio como “el cananeo” o “el zelote” (Lucas 6, 15).
El apodo que Jesús dio a los hermanos Santiago y Juan, al llamarlos “Boanerges” (hijos del trueno), y el sobrenombre que dio a Simón Pedro, llamándolo “barjona”, parecen ser nombres de lucha relacionados con el movimiento zelote.





Los hermanos Macabeos eran muy partoculares, héroes de la resistencia judía contra la dominación griega en Israel, vivieron unos 160 años antes de Jesús.
Organizaron una auténtica lucha guerrillera y lograron importantes victorias contra el poderoso imperio griego. En la memoria del pueblo eran un símbolo de valentía, patriotismo y libertad.



¿Qué significa Reino de Dios?

Amigos y amigas; El concepto de Reino de Dios es uno de los más frecuentes en las palabras de Jesús conservadas en los evangelios. Jesús hizo varias comparaciones para dar a entender qué era el Reino que él anunciaba.



Entre otras cosas, dijo que el Reino de Dios era un vino nuevo que rompía los odres viejos, una nueva forma de entender a Dios, una nueva forma de vivir. Esta comparación la hizo Jesús en los comienzos de su actividad pública, rescatando la importancia de las leyes sociales del tiempo de Moisés, el Año de Gracia entre ellas, que buscaban la igualdad entre los seres humanos y evitar que unos acumularan en exceso a costa de otros que se morían de hambre.
Eran leyes antiguas que no se habían cumplido y que Jesús quiso rescatar con el vino nuevo del Reino de Dios. Jesús anunció que el Reino de Dios debe comenzar en la tierra borrando las diferencias entre pobres y ricos, entre hombres y mujeres, repartiendo equitativamente los bienes de la tierra, viviendo todos los seres humanos como hermanos y como hijos e hijas de un mismo Padre, con los mismos derechos y las mismas oportunidades. En la concepción de Jesús, cuando esto sucede, ha llegado el Reino de Dios.
Si Dios me lo permite nos volveremos a encontrar
El lunes 18 de febrero 2019

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