domingo, 3 de febrero de 2019

ESTA EDICION ESTARA VIDENTE DURANTE LA SEMANA DEL 4 AL 10 DE FEBRERO 2019


Aquí estamos de nuevo con ustedes en nuestro quinto encuentro de este año 2019.
En esta oportunidad seguiremos tratando de responder a diez preguntas teológicas sobre la biblia que a menudo nos planteamos en nuestro silencio personal de meditación, pero no investigamos lo necesario, ni tan poco preguntamos ya sea a un sacerdote o pastor.
Las 10 preguntas que nos vamos a plantear y analizar en esta semana son las siguientes:
1.    ¿En qué momento de la historia podemos ubicar el nacimiento surgimiento de las sinagogas?
2.  ¿Qué ocurría con la falta de conocimiento por no decir ignorancia de la gente de esa época?
3.    ¿Qué se saBEde lo que fue la casa del apostol Pedro?
4.  ¿Existían los adultos mayores en la época de Jesús como ahora?
5.    ¿Qué concepto sobre la lepra se tenía en la época de Jesús? ¿Y qué concepto se tiene en la actualidad?

6.  ¿Cuáles son las características de la lepra como enfermedad?
7.  ¿Qué nos indican las estadísticas sobre los milagros de Jesús?
8.    ¿Qué se decía sobre las prostitutas en la época de Jesús?
9.  ¿En algún momento Jesús se refirió a las prostitutas’
10.              ¿En la época de Jesús como era la iluminación de las casas?
 
Lo más importante mis apreciados amigos y amigas cuando leemos la Biblia es estar seguros de que hemos comprendido todo el significado de las palabras y sobre todos de algunos conceptos relacionados con la época.

Por esa razón en esta quinta entrega del año voy a tratar de compartir con ustedes algunos comentarios sobre algunas palabras o términos que encontramos en las Sagradas Escrituras, y que es muy importante conocer para asimilar mejor lo que el Espíritu Santo no quiere decir o manifestar sobre la Palabra de Dios.


DESARROLLO DE LAS PREGUNTAS y RESPUESTAS TEOLÓGICAS DE ESTA       quinta EDICIÓN:

Muy interesante pregunta. Unos 500 años antes de Jesús, cuando fue destruido el Templo de Jerusalén y el pueblo de Israel fue deportado, los judíos comenzaron a construir sinagogas, casas de oración, donde reunirse a orar y a leer las Escrituras, en las que no se ofrecía ningún sacrificio.
En tiempos de Jesús, aunque ya había un nuevo Templo en Jerusalén, existían muchísimas sinagogas por todo el país. En Cafarnaum había una pequeña, sobre la que fue construida, cuatro siglos después, otra mayor, de la que se conservan ruinas de gran valor histórico. En la sinagoga se reunía todo el pueblo los sábados para asistir a la oración y escuchar al rabino o a cualquier paisano que quisiera hacer comentarios a los textos de la Escritura que se habían leído.
La sinagoga no es el equivalente exacto de los actuales templos cristianos. Era un lugar más familiar, más popular y más laico, en el que se podía hablar libremente, sin que fuera necesaria la presencia de ningún ministro sagrado. El rabino era un maestro-catequista, no un sacerdote.

¿Qué ocurría con la falta de conocimiento por no decir ignorancia de la gente de esa época?
Es muy importante señalar que, en los tiempos de Jesús, como durante muchísimos siglos en la antigüedad, la falta de conocimientos científicos y la ignorancia sobre el funcionamiento del cuerpo humano, hacía que se atribuyera a la acción de los demonios algunas enfermedades.
Sobre todo, las enfermedades mentales, ya que los gritos, ataques y falta de control de los movimientos del enfermo, resultaban llamativos y enigmáticos. Decir “loco” equivalía a decir “endemoniado” y por esto, era lo mismo que decir impuro: dominado o poseído por un “espíritu impuro”, el diablo.

La mayoría de las religiones antiguas consideraron que en el mundo hay personas, cosas o acciones impuras y, como contrapartida, personas, cosas o acciones puras. Unas y otras “contagian”. Esa impureza no tiene nada que ver con la suciedad exterior. Ni la pureza con la limpieza. Tampoco tiene que ver con lo moral, “lo bueno” o “lo malo”. Lo “impuro” es lo que está cargado de fuerzas peligrosas y desconocidas y lo “puro” es lo que tiene poderes positivos. Quien se acerca a lo impuro, no puede acercarse a Dios. La pureza-impureza es una idea fundamentalmente “religiosa”.

Desde muy antiguo, la religión de Israel había asimilado esta forma de pensamiento y existían multitud de leyes para resguardarse de la impureza referidas a la sexualidad (la menstruación y la blenorragia eran formas de impureza); a la muerte (un cadáver era impuro); a algunas enfermedades (la lepra, la locura hacían impuro); a algunos alimentos y animales (el buitre, la lechuza, el cerdo eran, entre otros muchos, animales impuros). La mayoría de estas leyes se conservan en el libro del Levítico.
A medida que el pueblo fue evolucionando de una religión mágica a una religión de responsabilidades personales, estas ideas fueron cayendo en desuso. Sin embargo, algunos grupos las observaban escrupulosamente, y de ahí los prolongados y minuciosos lavatorios o purificaciones para hacerse agradables a Dios. Jesús echó por tierra todas estas ideas y costumbres y con su palabra y sus actitudes borró la frontera entre lo puro y lo impuro, idea central en la antigua religión.
19- LA SUEGRA DE PEDRO
Los cimientos de la casa de Pedro, en las ruinas de Cafarnaum, son uno de los lugares con mayor autenticidad histórica entre los recuerdos materiales de la vida de Jesús.
De la casa de Pedro se conserva el basamento original y el dintel de entrada. Con toda certeza, Jesús lo cruzaría cientos de veces. Estos cimientos dejan ver un espacio de vivienda reducidísimo donde la familia de Pe­dro viviría muy pobremente.
Las casas en esa época se construían unas junto a otras, de forma que varias casas y varias familias compartían una especie de patio común, cuyo trazado puede apreciarse en las ruinas.
Simón Pedro es el discípulo de Jesús de quien más información nos dan los evangelios. Son abundantes los datos sobre su carácter apasionado y espontáneo. Además, los evangelios recuerdan que tenía suegra y, por lo tanto, estaba casado.

¿Existían los adultos mayores en la época de Jesús como ahora?
En los tiempos de Jesús había menos personas mayores que hoy en día. La vida de las personas era más corta porque se tenían muy pocos conocimientos médicos. La mayoría de los hombres y mujeres moría joven según los criterios actuales. Los ancianos eran muy queridos en Israel y su presencia inspiraba respeto en la familia. Eran también los responsables de transmitir la historia familiar y las tradiciones culturales.

¿Qué concepto sobre la lepra se tenía en la época de Jesús? ¿Y qué concepto se tiene en la actualidad?
Comencemos con la primera pregunta: La lepra, que en la Biblia engloba muchas otras enfermedades de la piel (erupciones, ronchas, manchas, granos), era una enfermedad muy temida. Se la consideraba siempre como un castigo de Dios y se obligaba al leproso a separarse de su familia y de la comunidad y a vivir aislado.

El leproso era, además de un enfermo repugnante, un impuro desde el punto de vista religioso y, por eso, eran los sacerdotes los que tenían que dictaminar tanto la enfermedad como la curación, si ésta se producía.
En el Antiguo Testamento es muy extensa y pormenorizada la legislación sobre la lepra. Por ser una enfermedad tan horrible, era creencia popular que la lepra desaparecería cuando llegara el Mesías.
Los leprosos debían vivir apartados, en cuevas. No podían acercarse a las ciudades y, cuando iban por un camino, tenían que gritar para prevenir a los sanos de su impureza. El aislamiento al que se les sometía no estaba basado únicamente en el contagio que producía la enfermedad, sino en razones religiosas: estos enfermos eran “malditos de Dios”. El hecho de que Jesús se acercara a los leprosos y los tocara fue, más que un gesto de compasión, una voluntaria violación de la ley religiosa que hacía culpable al que tocara a un impuro (Levítico 5, 3).
Pasemos ahora a su segunda pregunta sobre la lepra: ¿Y qué concepto se tiene en la actualidad?
¿Comencemos hablando sobre lo Qué es? La lepra o enfermedad de Hansen es una enferm¿Y qué concepto se tiene en la actualidad?
edad infecciosa crónica producida por la bacteria Mycobacterium Leprae (bacilo ácido-alcohol resistente) que afecta, especialmente, al sistema nervioso periférico, la piel, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. Se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas, falta de sensibilidad en la piel y debilidad muscular.
El ser humano es el único blanco conocido para esta enfermedad. Aunque el contagio es muy difícil, se produce de persona a persona por contacto directo cuando hay proximidad con un enfermo no tratado debido a que se transmite a través de gotículas nasales y orales.
Em relación a las causas le puedo decir lo siguiente: La lepra surge por la bacteria Mycobacterium Leprae. Su período de incubación oscila entre los nueve meses y los 20 años, según datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad.
La transmisión se produce principalmente cuando una persona con lepra estornuda y los que están a su alrededor aspiran esas gotas en el aire contaminado, cuando existe un contacto estrecho y habitual con enfermos no tratados. Muchas de las personas que entran en contacto con una persona enferma no acaban infectadas porque su sistema inmune aplaca la bacteria.
Los más afectados suelen ser jóvenes de entre 20-30 años. Sin embargo deben tener especial cuidado las embarazadas, ya que, pueden transmitirles al feto la infección, en este caso, es recomendable realizar las pruebas pertinentes al recién nacido. Raramente aparece en menores de tres años. 
Pasemos ahora a mencionar los síntomas: Las principales manifestaciones que pueden aparecer son las siguientes:

·         Las lesiones cutáneas son las reacciones más frecuentes. Suelen ser más claras que el color normal de la piel.
·         Pueden aparecer lesiones en la piel que no curan después de algunas semanas o meses.
·         Adormecimiento de la piel debido al daño en los nervios debajo de la piel.
·         Debilidad muscular.
En cuanto a la prevención es importante señalar que  el riesgo de contraer lepra es muy bajo, aún así, la mejor manera de prevenir la enfermedad es el diagnóstico y tratamiento precoz de las personas infectadas y realizar controles a los que  han estado en contacto con los enfermos de lepra.
Se me olvidaba mencionar los dos tipos de lepra que existen
·         Lepra Paucibacilar (PB): es la menos grave (2-5 lesiones cutáneas). Aparecen manchas en la piel y pérdida de sensibilidad en esas zonas. Las personas contagiadas con este tipo de lepra responden rápidamente al tratamiento.
·         Lepra Multibacilar (MB): es la más grave, pero tiene cura. Se caracteriza por múltiples lesiones cutáneas, inflamación de los nervios, congestión nasal y epistaxis.

Sobre el diagnóstico es muy importante señalar que para saber con exactitud si padece la enfermedad se pueden realizar una serie de pruebas: la biopsia de la piel o raspado de la piel. Se trata de una extracción de una muestra de la piel para su examen microscópico. No suele tardar más de 15 minutos. Hay distintos tipos de biopsia de la piel según la profundidad de la muestra extraída.
Otra prueba que puede realizar el especialista es la lepromina cutánea, es un examen para determinar qué tipo de lepra padece la persona. En estos casos, el médico inyecta una muestra, no infecciosa, debajo de la piel y marca el sitio de la inyección que será examinado a los tres días y a los 28 para ver si hay reacción y cuantificarla.
Por último, en relación con su tratamiento le puedo contar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer avance importante en el tratamiento se realizó en los años 40 con la dapsona. En los años 60 se conocieron la rifampicina y la clofazimina, juntos se añadieron, a lo que hoy conocemos como tratamiento multimedicamentoso (TMM). La OMS proporciona el tratamiento multimedicamentoso gratuitamente a todos los enfermos de lepra. El TMM consiste en la administración de dapsona y rifampicina para todos los pacientes, a los que se añade clofazimina en caso de enfermedad multibacilar (la más severa).
En la actualidad para la lepra paucibacilar se recomienda una combinación de rifampicina y dapsona durante seis meses y una combinación de rifampicina, dapsona y clofazimina durante 12 meses en la lepra multibacilar, prolongándose más tiempo en casos especiales.
Control del progreso del tratamiento:
·         En las citas mensuales, el personal correspondiente deberá vigilar la aparición de reacciones adversas, por ejemplo, la diarrea.
 
·         Cada año se debe realizar un examen clínico que se compone de: una exploración física en general, una valoración clínica específica de lepra y el estudio bacteriológico.
El conocimiento que se tiene actualmente de la enfermedad hace posible la eliminación de la misma, a lo que se tiene que sumar esfuerzos médicos, sociales, políticos y científicos. 
En los cuatro evangelios se le atribuyen a Jesús hasta 41 milagros. Mateo es el que cita mayor cantidad: 24. Y Juan, el que menos: 9. Las narraciones de milagros están estrechamente ligadas a toda la actividad de Jesús.
La mayoría de los hechos milagrosos consignados son curaciones de distintas enfermedades. Aun los críticos más severos admiten que Jesús debió ser un hombre con poderes para sanar a los enfermos, para aliviarlos o para fortalecer su fe en que podían curarse. Poderes que son difíciles de precisar hoy a dos mil años de distancia.
Desde un punto de vista teológico, los evangelios proponen que se vea en cada hecho milagroso no un portento extraordinario, sino un signo de liberación.
21- LA CALLE DE LOS JAZMINES
¿Qué se decía sobre las prostitutas en la época de Jesús?
No sólo por la “impureza” de su oficio, sino por su condición, una de las más bajas en la sociedad de tiempos de Jesús, las prostitutas eran mujeres marginadas y despreciadas por todos. No por Jesús, que habló de ellas poniéndolas por modelo de apertura al mensaje liberador y, por esto, primeras destinatarias del Reino de Dios (Mateo 21, 31).
Las palabras de Jesús y su actitud positiva hacia las prostitutas constituyeron un gravísimo escándalo para las personas religiosas de su tiempo.
¿En algún momento Jesús se refirió a las prostitutas?
Claro que sí: Jesús no sólo dijo que Dios abre privilegiadamente las puertas de su Reino a las prostitutas, sino que se acercó especialmente a una de ellas, llamada María, la Magdalena.
La condición de María y la relevancia que le dan los evangelios han dado origen en algunas novelas y películas a una interpretación de su relación con Jesús como la de un enamoramiento frustrado.
Sin entrar o salir de esta hipótesis, sin más base que la imaginación literaria, lo más importante es la enorme capacidad que tendría Jesús para hacerse amigo y dar esperanza a unas mujeres que, al ser objeto del desprecio de todos, se menospreciaban también a sí mismas. Al actuar así, Jesús cumplía la promesa de los profetas: Dios sale a buscar a los perdidos (Ezequiel 34, 16).
¿En la época de Jesús como era la iluminación de las casas?
Es muy importante señalar que en tiempos de Jesús las casas se iluminaban con lámparas de aceite. Se hacían habitualmente de arcilla y tenían dos aberturas, una para colocar la mecha y otra para echar el aceite.
Las lámparas ardían con frecuencia toda la noche, con el fin de alejar los malos espíritus. Se han encontrado muchas de estas lámparas en el interior de las sepulturas de la época.
Si Dios me lo permite nos volveremos a ver el lunes 11 de febrero para abalizar mas preguntas y nuevas respuestas…

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