Aquí estamos
de nuevo con ustedes en nuestro quinto encuentro de este año 2019.
En esta
oportunidad seguiremos tratando de responder a diez preguntas teológicas sobre la biblia que a
menudo nos planteamos en nuestro silencio personal de meditación, pero no
investigamos lo necesario, ni tan poco preguntamos ya sea a un sacerdote o pastor.
Las 10 preguntas que nos vamos a plantear y
analizar en esta semana son las siguientes:
1. ¿En qué momento de la
historia podemos ubicar el nacimiento surgimiento de las sinagogas?
2.
¿Qué
ocurría con la falta de conocimiento por no decir ignorancia de la gente de esa
época?
3. ¿Qué
se saBEde lo que fue la casa del apostol Pedro?
4.
¿Existían
los adultos mayores en la época de Jesús como ahora?
5. ¿Qué concepto sobre la lepra se tenía en la época de Jesús? ¿Y qué
concepto se tiene en la actualidad?
6.
¿Cuáles
son las características de la lepra como enfermedad?
7.
¿Qué
nos indican las estadísticas sobre los milagros de Jesús?
8. ¿Qué se decía sobre las
prostitutas en la época de Jesús?
9.
¿En
algún momento Jesús se refirió a las prostitutas’
10.
¿En
la época de Jesús como era la iluminación de las casas?
Lo más importante mis apreciados amigos
y amigas cuando leemos la Biblia es estar seguros de que hemos comprendido todo
el significado de las palabras y sobre todos de algunos conceptos relacionados
con la época.
Por esa razón en esta quinta entrega del
año voy a tratar de compartir con ustedes algunos comentarios sobre
algunas palabras o términos que encontramos en las Sagradas
Escrituras, y que es muy importante conocer para asimilar mejor lo que
el Espíritu Santo no quiere decir o manifestar sobre la Palabra de
Dios.
DESARROLLO DE LAS PREGUNTAS y RESPUESTAS TEOLÓGICAS DE ESTA quinta EDICIÓN:
Muy
interesante pregunta. Unos 500 años antes de Jesús, cuando fue destruido el
Templo de Jerusalén y el pueblo de Israel fue deportado, los judíos comenzaron
a construir sinagogas, casas de oración, donde reunirse a orar y a leer las
Escrituras, en las que no se ofrecía ningún sacrificio.
En tiempos de
Jesús, aunque ya había un nuevo Templo en Jerusalén, existían muchísimas
sinagogas por todo el país. En Cafarnaum había una pequeña, sobre la que fue
construida, cuatro siglos después, otra mayor, de la que se conservan ruinas de
gran valor histórico. En la sinagoga se reunía todo el pueblo los sábados para
asistir a la oración y escuchar al rabino o a cualquier paisano que quisiera
hacer comentarios a los textos de la Escritura que se habían leído.
La sinagoga
no es el equivalente exacto de los actuales templos cristianos. Era un lugar
más familiar, más popular y más laico, en el que se podía hablar libremente,
sin que fuera necesaria la presencia de ningún ministro sagrado. El rabino era
un maestro-catequista, no un sacerdote.
¿Qué ocurría con la falta de conocimiento por no
decir ignorancia de la gente de esa época?
Es muy
importante señalar que, en los tiempos de Jesús, como durante muchísimos siglos
en la antigüedad, la falta de conocimientos científicos y la ignorancia sobre
el funcionamiento del cuerpo humano, hacía que se atribuyera a la acción de los
demonios algunas enfermedades.
Sobre todo,
las enfermedades mentales, ya que los gritos, ataques y falta de control de los
movimientos del enfermo, resultaban llamativos y enigmáticos. Decir “loco”
equivalía a decir “endemoniado” y por esto, era lo mismo que decir impuro:
dominado o poseído por un “espíritu impuro”, el diablo.
La mayoría de las religiones antiguas consideraron que en el mundo hay personas, cosas o acciones impuras y, como contrapartida, personas, cosas o acciones puras. Unas y otras “contagian”. Esa impureza no tiene nada que ver con la suciedad exterior. Ni la pureza con la limpieza. Tampoco tiene que ver con lo moral, “lo bueno” o “lo malo”. Lo “impuro” es lo que está cargado de fuerzas peligrosas y desconocidas y lo “puro” es lo que tiene poderes positivos. Quien se acerca a lo impuro, no puede acercarse a Dios. La pureza-impureza es una idea fundamentalmente “religiosa”.
Desde
muy antiguo, la religión de Israel había asimilado esta forma de pensamiento y
existían multitud de leyes para resguardarse de la impureza referidas a la
sexualidad (la menstruación y la blenorragia eran formas de impureza); a la
muerte (un cadáver era impuro); a algunas enfermedades (la lepra, la locura
hacían impuro); a algunos alimentos y animales (el buitre, la lechuza, el cerdo
eran, entre otros muchos, animales impuros). La mayoría de estas leyes se
conservan en el libro del Levítico.
A medida que
el pueblo fue evolucionando de una religión mágica a una religión de
responsabilidades personales, estas ideas fueron cayendo en desuso. Sin
embargo, algunos grupos las observaban escrupulosamente, y de ahí los
prolongados y minuciosos lavatorios o purificaciones para hacerse agradables a
Dios. Jesús echó por tierra todas estas ideas y costumbres y con su palabra y
sus actitudes borró la frontera entre lo puro y lo impuro, idea central en la
antigua religión.
19- LA SUEGRA DE PEDRO
Los cimientos
de la casa de Pedro, en las ruinas de Cafarnaum, son uno de los lugares con
mayor autenticidad histórica entre los recuerdos materiales de la vida de
Jesús.
De la casa de
Pedro se conserva el basamento original y el dintel de entrada. Con toda
certeza, Jesús lo cruzaría cientos de veces. Estos cimientos dejan ver un
espacio de vivienda reducidísimo donde la familia de Pedro viviría muy
pobremente.
Las casas en
esa época se construían unas junto a otras, de forma que varias casas y varias
familias compartían una especie de patio común, cuyo trazado puede apreciarse
en las ruinas.
Simón Pedro
es el discípulo de Jesús de quien más información nos dan los evangelios. Son
abundantes los datos sobre su carácter apasionado y espontáneo. Además, los
evangelios recuerdan que tenía suegra y, por lo tanto, estaba casado.
¿Existían los adultos mayores en la época de Jesús
como ahora?
En los
tiempos de Jesús había menos personas mayores que hoy en día. La vida de las
personas era más corta porque se tenían muy pocos conocimientos médicos. La
mayoría de los hombres y mujeres moría joven según los criterios actuales. Los
ancianos eran muy queridos en Israel y su presencia inspiraba respeto en la
familia. Eran también los responsables de transmitir la historia familiar y las
tradiciones culturales.
¿Qué concepto
sobre la lepra se tenía en la época de Jesús? ¿Y qué
concepto se tiene en la actualidad?
Comencemos
con la primera pregunta: La lepra, que en la Biblia engloba muchas otras
enfermedades de la piel (erupciones, ronchas, manchas, granos), era una
enfermedad muy temida. Se la consideraba siempre como un castigo de Dios y se
obligaba al leproso a separarse de su familia y de la comunidad y a vivir
aislado.
El leproso
era, además de un enfermo repugnante, un impuro desde el punto de vista
religioso y, por eso, eran los sacerdotes los que tenían que dictaminar tanto
la enfermedad como la curación, si ésta se producía.
En el Antiguo
Testamento es muy extensa y pormenorizada la legislación sobre la lepra. Por
ser una enfermedad tan horrible, era creencia popular que la lepra
desaparecería cuando llegara el Mesías.
Los leprosos debían vivir apartados, en cuevas. No podían acercarse a las ciudades y, cuando iban por un camino, tenían que gritar para prevenir a los sanos de su impureza. El aislamiento al que se les sometía no estaba basado únicamente en el contagio que producía la enfermedad, sino en razones religiosas: estos enfermos eran “malditos de Dios”. El hecho de que Jesús se acercara a los leprosos y los tocara fue, más que un gesto de compasión, una voluntaria violación de la ley religiosa que hacía culpable al que tocara a un impuro (Levítico 5, 3).
Los leprosos debían vivir apartados, en cuevas. No podían acercarse a las ciudades y, cuando iban por un camino, tenían que gritar para prevenir a los sanos de su impureza. El aislamiento al que se les sometía no estaba basado únicamente en el contagio que producía la enfermedad, sino en razones religiosas: estos enfermos eran “malditos de Dios”. El hecho de que Jesús se acercara a los leprosos y los tocara fue, más que un gesto de compasión, una voluntaria violación de la ley religiosa que hacía culpable al que tocara a un impuro (Levítico 5, 3).
Pasemos ahora a su segunda pregunta
sobre la lepra: ¿Y qué concepto
se tiene en la actualidad?
¿Comencemos hablando sobre lo Qué es? La lepra o enfermedad de Hansen es una enferm¿Y qué concepto se tiene en la actualidad?
edad infecciosa crónica producida por la
bacteria Mycobacterium Leprae (bacilo ácido-alcohol
resistente) que afecta, especialmente, al sistema nervioso periférico, la piel,
la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. Se caracteriza por
la aparición de úlceras cutáneas, falta de sensibilidad en la piel y debilidad
muscular.
El ser humano es
el único blanco conocido para esta enfermedad. Aunque el contagio es muy
difícil, se produce de persona a persona por contacto directo cuando
hay proximidad con un enfermo no tratado debido a que se transmite a través de
gotículas nasales y orales.
Em relación a
las causas le puedo decir lo siguiente: La lepra surge por la bacteria Mycobacterium
Leprae. Su período de incubación oscila entre los nueve meses y los 20 años,
según datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad.
La transmisión
se produce principalmente cuando una persona con lepra estornuda y los que
están a su alrededor aspiran esas gotas en el aire contaminado, cuando existe
un contacto estrecho y habitual con enfermos no tratados. Muchas de las
personas que entran en contacto con una persona enferma no acaban infectadas
porque su sistema inmune aplaca la bacteria.
Los más
afectados suelen ser jóvenes de entre 20-30 años. Sin embargo deben tener
especial cuidado las embarazadas, ya que, pueden transmitirles al feto la infección, en este caso, es recomendable
realizar las pruebas pertinentes al recién nacido. Raramente aparece en menores
de tres años.
Pasemos ahora a mencionar los síntomas: Las
principales manifestaciones que pueden aparecer son las siguientes:
·
Las
lesiones cutáneas son las
reacciones más frecuentes. Suelen ser más claras que el color normal de la
piel.
·
Pueden
aparecer lesiones en la piel que no curan después de algunas
semanas o meses.
·
Adormecimiento
de la piel debido al
daño en los nervios debajo de la piel.
·
Debilidad
muscular.
En cuanto a la prevención es importante señalar que
el riesgo de contraer lepra es muy bajo, aún así,
la mejor manera de prevenir la enfermedad es el diagnóstico y tratamiento
precoz de las personas infectadas y realizar controles a los que han
estado en contacto con los enfermos de lepra.
Se me olvidaba mencionar los dos tipos de lepra que
existen
·
Lepra
Paucibacilar (PB): es la
menos grave (2-5 lesiones cutáneas). Aparecen manchas en la piel y pérdida de
sensibilidad en esas zonas. Las personas contagiadas con este tipo de lepra
responden rápidamente al tratamiento.
·
Lepra
Multibacilar (MB): es la más
grave, pero tiene cura. Se caracteriza por múltiples lesiones cutáneas,
inflamación de los nervios, congestión nasal y epistaxis.
Sobre el
diagnóstico es muy importante señalar que para saber con exactitud si padece la enfermedad se
pueden realizar una serie de pruebas: la biopsia de la piel o
raspado de la piel. Se trata de una extracción de una muestra de la piel para
su examen microscópico. No suele tardar más de 15 minutos. Hay distintos tipos
de biopsia de la piel según la profundidad de la muestra extraída.
Otra prueba que puede realizar el especialista es
la lepromina cutánea, es un examen para determinar qué tipo de lepra
padece la persona. En estos casos, el médico inyecta una muestra, no
infecciosa, debajo de la piel y marca el sitio de la inyección que será
examinado a los tres días y a los 28 para ver si hay reacción y cuantificarla.
Por
último, en relación con su tratamiento le puedo contar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
el primer avance importante en el tratamiento se realizó en los años 40 con
la dapsona. En los años 60 se conocieron la rifampicina y la
clofazimina, juntos se añadieron, a lo que hoy conocemos como tratamiento
multimedicamentoso (TMM). La OMS proporciona el
tratamiento multimedicamentoso gratuitamente a todos los enfermos de lepra. El TMM consiste en la
administración de dapsona y rifampicina para todos los pacientes, a los que se
añade clofazimina en caso de enfermedad multibacilar (la más severa).
En la actualidad
para la lepra paucibacilar se recomienda una combinación de rifampicina y
dapsona durante seis meses y una combinación de rifampicina, dapsona y
clofazimina durante 12 meses en la lepra multibacilar, prolongándose más tiempo
en casos especiales.
Control del
progreso del tratamiento:
·
En las citas
mensuales, el personal correspondiente deberá vigilar la aparición de
reacciones adversas, por ejemplo, la diarrea.
·
Cada año se debe
realizar un examen clínico que se compone de: una exploración física en
general, una valoración clínica específica de lepra y el estudio
bacteriológico.
El conocimiento
que se tiene actualmente de la enfermedad hace posible la eliminación de la
misma, a lo que se tiene que sumar esfuerzos médicos, sociales, políticos y
científicos.
En los cuatro
evangelios se le atribuyen a Jesús hasta 41 milagros. Mateo es el que cita
mayor cantidad: 24. Y Juan, el que menos: 9. Las narraciones de milagros están
estrechamente ligadas a toda la actividad de Jesús.
La mayoría de
los hechos milagrosos consignados son curaciones de distintas enfermedades. Aun
los críticos más severos admiten que Jesús debió ser un hombre con poderes para
sanar a los enfermos, para aliviarlos o para fortalecer su fe en que podían
curarse. Poderes que son difíciles de precisar hoy a dos mil años de distancia.
Desde un
punto de vista teológico, los evangelios proponen que se vea en cada hecho
milagroso no un portento extraordinario, sino un signo de liberación.
21- LA CALLE DE LOS JAZMINES
¿Qué se decía
sobre las prostitutas en la época de Jesús?
No sólo por
la “impureza” de su oficio, sino por su condición, una de las más bajas en la
sociedad de tiempos de Jesús, las prostitutas eran mujeres marginadas y
despreciadas por todos. No por Jesús, que habló de ellas poniéndolas por modelo
de apertura al mensaje liberador y, por esto, primeras destinatarias del Reino
de Dios (Mateo 21, 31).
Las palabras
de Jesús y su actitud positiva hacia las prostitutas constituyeron un gravísimo
escándalo para las personas religiosas de su tiempo.
¿En algún momento Jesús se refirió a las prostitutas?
Claro que sí:
Jesús no sólo dijo que Dios abre privilegiadamente las puertas de su Reino a
las prostitutas, sino que se acercó especialmente a una de ellas, llamada María,
la Magdalena.
La condición
de María y la relevancia que le dan los evangelios han dado origen en algunas
novelas y películas a una interpretación de su relación con Jesús como la de un
enamoramiento frustrado.
Sin entrar o
salir de esta hipótesis, sin más base que la imaginación literaria, lo más
importante es la enorme capacidad que tendría Jesús para hacerse amigo y dar
esperanza a unas mujeres que, al ser objeto del desprecio de todos, se
menospreciaban también a sí mismas. Al actuar así, Jesús cumplía la promesa de
los profetas: Dios sale a buscar a los perdidos (Ezequiel 34, 16).
¿En la época de Jesús como era la iluminación de las
casas?
Es muy
importante señalar que en tiempos de Jesús las casas se iluminaban con lámparas
de aceite. Se hacían habitualmente de arcilla y tenían dos aberturas, una para
colocar la mecha y otra para echar el aceite.
Las lámparas
ardían con frecuencia toda la noche, con el fin de alejar los malos espíritus.
Se han encontrado muchas de estas lámparas en el interior de las sepulturas de
la época.
Si Dios me lo permite nos volveremos a ver el
lunes 11 de febrero para abalizar mas preguntas y nuevas respuestas…
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