viernes, 1 de marzo de 2019

ESTA EDICIÓN ESTARÁ VIGENTE DEL 4 AL 10 DE MARZO 2019

En esta novena edición de este ano vamos a dar respuesta a las quince preguntas que nos fueron planteadas por nuestros amigos y amigas lectores. Y que nuestro biblista y teólogo cibernético va a tratar de responder.
Es muy importante tener claro que lo más importante cuando leemos la Biblia es estar seguros de que hemos comprendido todo el significado de las palabras y sobre todos de algunos conceptos relacionados con la época en que se realizaron los hechos. Así es que comenzamos con nuestro encuentro de esta novena semana del 2019.

1. ¿Qué era realmente un rabino en la época de Jesús?
El rabino no era un sacerdote, sino una especie de catequista. En la comunidad constituía la autoridad religiosa. En la sinagoga, presidía el culto de los sábados. La sinagoga también servía como tribunal donde juzgar las acciones violatorias de la ley del sábado, día de estricto descanso.


2. ¿Cuál era la misión de los escribas?
Los escribas fueron inicialmente quienes ordenaban y copiaban las Escrituras santas, por lo que tenían gran autoridad como doctores o teólogos. Su misión era interpretar las leyes y vigilar su cumplimiento. En tiempos de Jesús estaban muy identificados con los fariseos.



3. ¿Qué me puede explicar sobre la ley del sábado?
La ley del sábado la remontaban los israelitas, más allá de Moisés, al mismo designio del Dios creador. Según la tradición de este pueblo, Dios creó al hombre en el día sexto. Y después descansó, estableciendo el día séptimo como día de reposo. Generaciones de rabinos y doctores de la Ley habían hecho del sábado un yugo insoportable.
La tradición sobre el sábado había llegado a ser en extremo minuciosa, especificándose en detalle todo lo que se podía y lo que no se podía hacer en las horas de ese día. Hubo un famoso debate entre los fariseos que discutían si estaba permitido o no comer el huevo puesto por una gallina en sábado. En tiempos de Jesús los fariseos habían catalogado 39 trabajos estrictamente prohibidos en ese día. Sólo el salvar la vida en un caso extremo liberaba del cumplimiento del precepto. Jesús violó en varias ocasiones esta ley, la principal de su tiempo.

4. ¿Qué describe la parábola del sembrador?
La parábola del sembrador describe el modo de sembrar habitual en Palestina. Los campos se araban después de las lluvias de otoño, roturándolos en todas las direcciones para después esparcir la semilla al viento o arrojarla en surcos.
Esta parábola, como la de la semilla de mostaza, pertenece a los comienzos de la predicación de Jesús. En ella, al referirse a la generosidad de Dios con quienes cumplen su trabajo, Jesús exageró notablemente los frutos de la buena tierra. Habló de un treinta, un sesenta y un ciento por uno sobre lo sembrado. En Palestina se consideraba que si se obtenía un siete y medio por uno en la cosecha ya era suficiente. Un diez por uno se consideraba una buena cosecha.

5. ¿La familia de Jesús la integraban otros miembros además de Maria y José?
Marcos y Mateo hablan en sus evangelios de los “hermanos y hermanas” de Jesús. Incluso dan los nombres de cuatro de estos hermanos: Simón, José, Judas y Santiago, también llamado Jacobo (Mateo 13, 55). La palabra griega empleada por los evangelistas es “hermano”, una traducción literal del arameo. Pero, en la lengua de Jesús “hermano” sirve también para designar a parientes más lejanos: sobrinos, primos segundos, etc. No está claro si los cuatro primos eran hermanos carnales, hijos de María y José, o simplemente parientes.

6. ¿Cuál era el rol de la familia dentro de la sociedad judía?
La familia era la base de la sociedad judía, una institución de grandísima importancia para el pueblo de Israel. Abundaban los núcleos familiares numerosos, porque se tenían muchos hijos y porque en un mismo espacio convivían varias generaciones. El varón era el jefe indiscutible. Los parientes estaban obligados a ayudarse, los vínculos familiares eran muy fuertes y duraban toda la vida. La veneración y el respeto que los hijos debían a sus padres pertenecían a la tradición más arraigada en el pueblo. En su tiempo, resultó novedoso que Jesús antepusiera el compromiso con la justicia a los vínculos familiares.

7. Ciertamente, se debe de “comer para vivir” y no “vivir para comer”.
Pero hay situaciones de pobreza que obligan a la gente a ser “materialista” y a gastar todo el esfuerzo en lograr lo suficiente para la comida del día. Esta es la situación de grandes mayorías en nuestros países. Lo que Jesús denuncia no es la urgencia con la que los pobres buscan cómo subsistir. Sería contradictorio con todo el resto de su mensaje. Jesús critica la ideología ambiciosa del que acumula o acapara, el materialismo del avaro, del que sólo piensa en sí mismo, en su beneficio, en su propio lucro, olvidando las necesidades de los otros. Para el que trata de romper el círculo vicioso del ganar más, del tener más y pone su vida al servicio de la felicidad de los otros, estas palabras de confianza en Dios suenan de otra manera. Ese que lucha por la justicia, en medio de dificultades también económicas, debe de saber que Dios vela por él y le dará “por añadidura” lo que necesita para continuar en esa lucha.
8. ¿Me podría explicar algunos detalles sobre la parábola del hijo prodigo?
Cuando el padre de la parábola del hijo pródigo lo recobra, prepara una gran fiesta. Para ella, lo viste con una túnica nueva. En Oriente regalar un vestido era señal de gran aprecio y en lenguaje bíblico el vestido nuevo es símbolo de que ya ha llegado el tiempo de la salvación. Le da también a su hijo un anillo y le pone sandalias. El anillo es señal de que se entrega a otro toda la confianza. Las sandalias son señal del hombre libre porque los esclavos iban siempre descalzos. Lo principal es el banquete. En Israel sólo se comía carne en días muy especiales, cuando se mataba un cabrito, un ternero o un cordero. Las leyes indicaban que el cordero debía ser asado en leña de vid. Comer juntos a la misma mesa era señal de que el pasado estaba del todo olvidado.
Jesús comparó a Dios con el padre del hijo pródigo. También enseñó a sus discípulos a llamar a Dios con el nombre de “Padre”, y así lo llamó él. En todos los libros del Antiguo Testamento se dice que Dios es Padre y que actúa con sus hijos los seres humanos como un padre, pero en ninguna ocasión alguien se dirige a él llamándole “Padre mío”. Sí existe la invocación “Padre nuestro”, pero en oraciones colectivas, hechas en nombre de todo el pueblo. Los sentimientos del corazón del padre del hijo pródigo son, según la parábola de Jesús, la mejor imagen de los sentimientos del corazón de Dios. Por eso, esta parábola debería más bien llamarse la “del buen padre”, porque es el padre su protagonista.

9. En el pensamiento religioso tradicional se cree que el hombre tiene por una parte el alma (espiritual, elevada, digna de estima) y por la otra, el cuerpo (material, de bajos instintos, al que hay que dominar).
En las religiones tradicionales están muy arraigados los dualismos: existen cosas, personas y lugares sagrados, y cosas, personas y lugares profanos. El futuro que aguarda al ser humano después de la muerte también se opone al presente. Se contraponen la tierra y el cielo, el más acá y el más allá. Ninguna de estas parejas de contrarios encontró base en el mensaje de Jesús. El signo que Jesús realizó con el paralítico de Cafarnaum expresó que para Dios no existe diferencia ni contradicción entre lo material y lo espiritual, entre alma y cuerpo.

10. ¿Como eran los techos de las casas en la época de Jesús?
En tiempos de Jesús, los techos de las casas eran planos, como azoteas. Descansaban sobre una base de vigas cubiertas con ramas, sobre la que se colocaba una capa de barro apisonado. En las casas corrientes esta armazón de vigas se hacía con madera de sicómoro. En edificios mayores había que emplear una madera mucho más fuerte. La del cedro, por ejemplo. La gente gustaba de comer en los techos de las casas, buscando el aire libe. El techo servía también como almacén y era habitual que, si no había lugar dentro de las casas, los huéspedes durmieran en el techo. Esta forma de construcción ligera y provisional (el techo se levantaba en el tiempo de mayor calor) explica cómo el paralítico Floro pudo ser descolgado por arriba hacia el interior de la casa de Pedro. Los vecinos que estarían reunidos aquel día no ocuparían solo el espacio de la casa, que era reducidísimo, sino que se amontonarían en el patio común que compartían las pequeñas viviendas de varias familias.

11. ¿Qué es el Miércoles de Ceniza?
El Miércoles de Ceniza es el día que comienza la Cuaresma en la tradición cristiana, es decir, el período de 40 días que precede a la Semana Santa. Este día, los cristianos reciben una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos el año anterior.
Al imponer la ceniza, el sacerdote pronuncia las palabras Memento homo, Quia pulvis es et in pulverem reverteris("Recuerda, hombre, que eres polvo y al polvo volverás"). Se trata de recordarle a los creyentes que la vida es pasajera. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma el lunes previo y no celebra el Miércoles de Ceniza.

El Miércoles de Ceniza es momento de ayuno y abstinencia. De hecho, que justo antes se celebre la festividad conocida como "carnaval" no es ninguna casualidad.
El término "carnaval" significa "adiós a la carne", y su origen se remonta a los tiempos en los que, por falta de sistemas de refrigeración adecuados, los cristianos debían acabar, antes de que empezara la Cuaresma, con todos los productos que no se podían consumir durante ese período (no solo carne, sino también leche, huevos, etc.). Y organizaban grandes banquetes que acabaron convirtiéndose en fiestas más largas.


12. ¿Que es la cuaresma?
Del latín cuadragesimal, se conoce como Cuaresma al periodo litúrgico de preparación de la Pascua de Resurrección. La Cuaresma, que se inicia con el miércoles de Ceniza y finaliza el Jueves Santo, es un tiempo de penitencia para los fieles de la Iglesia Católica Romana y de ciertas iglesias evangélicas.

Podría decirse que la Cuaresma es el periodo de cuarenta días previo a la Pascua. Esta cifra (los cuarenta días) tiene un importante simbolismo de acuerdo a distintos fragmentos de la Biblia, como el retiro de cuarenta días que realizó Jesús en el desierto y el retiro de Moisés en el desierto durante la misma cantidad de días. El diluvio bíblico, por otra parte, duró cuarenta días, mientras que el pueblo judío marchó cuarenta años a través del desierto.
La Iglesia considera la Cuaresma como un tiempo de arrepentimiento, expiación de la culpa (por los pecados cometidos) y de conversión. Los fieles deben reforzar su fe para acercarse a Cristo a través de actos de reflexión y penitencia.
Las prácticas tradicionales de la Cuaresma, con el ayuno y la abstinencia, se remontan al siglo IV. Comenzó como parte de un periodo de renovación para la Iglesia y aún se conserva en gran parte del mundo. Sin embargo, las penitencias son cada vez menos rigurosas, sobre todo en los países occidentales. El ayuno debería consistir de una única comida diaria, mientras que la abstinencia supone no comer carne.
Más allá del ayuno, la Cuaresma puede vivirse a través del sacramento de la Confesión, la oración y las actitudes positivas.
Cuarenta días de penitencia Cabe mencionar que este período fue variando con el correr de los años. Al principio su duración no era fija, sino que se componía de un par de semanas, a veces más largas y a veces menos, en los que las personas intentaban acercarse a la santidad a través de acciones que se creía podían convertirlos en mejores hijos de Dios. Pero en el siglo IV, esta duración se fijó en 40 días y desde entonces se ha mantenido inamovible.
En la actualidad la Cuaresma se encuentra compuesta por seis semanas, previas al domingo de Pascua. La razón por la cual se estableció esta estructura es que, como el domingo es el día del señor, en el que no puede realizarse el ayuno, con el fin de que la penitencia abarque 40 días fue necesario agregar cuatro días más a la cantidad que formaban la cuaresma en sus orígenes. Pudiendo así imitar esos 40 días de ayuno de Cristo en el desierto. Así, la cuaresma se compone de cuarenta días que van desde el Miércoles de Ceniza hasta el Sábado Santo, descontando los domingos.
Es importante señalar que en la antigüedad este período estaba relacionado íntimamente con el tiempo de renovación de la tierra, es decir con el calendario agrícola. Se tomaban en cuenta, por tanto la posición del sol y de la luna; manteniendo esa costumbre, al día de hoy se cuenta el primer día de Cuaresma después del domingo que prosigue a la primera luna llena de primavera septentrional, en el Hemisferio Norte.
La última semana de la cuaresma es la conocida como Semana Santa; en estos días la penitencia se vuelve todavía más intensa y los fieles deben realizar cuantos actos de purificación puedan para acercarse a esa perfección predicada por la Iglesia, teóricamente.
En muchos países durante estos días se realizan procesiones y celebraciones de todo tipo en los que se promueve la vida religiosa. Lamentablemente, mientras la iglesia insta a sus seguidores a ayunar y convertirse en personas de bien, por otro lado continúa estando a favor de la desigualdad y no colabora por la construcción de una vida más justa para todos, creyentes y no creyentes.

13. ¿Desde cuándo se celebra la Cuaresma?
Desde el siglo IV se manifiesta la tendencia a constituiría en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

14. Qué es Triduo Pascual:
Triduo Pascual son los tres días más importantes de la liturgia cristiana, que marcan el fin de la Cuaresma, en los cuales se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
El Triduo Pascual es el momento más importante de la Semana Santa compuesto por los días Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo hasta la madrugada, cuando se realiza la Vigilia Pascual en víspera del Domingo de Pascua, con el fin de revivir la alegría por la resurrección de Jesucristo.
La expresión Triduo Pascual es reciente y se ha empleado desde, aproximadamente, el año 1930 hasta la actualidad. No obstante, en el siglo IV tanto San Ambrosio como San Agustín ya hablaban de Triduum Sacrum, para referirse a los tres días en los que transcurren el sufrimiento y la gloria de Jesucristo.
Asimismo, Triduo Pascula deriva del latín Triduumm Paschale, que significa, respetivamente, “tres días” y “Pascua”.
El Triduo Pascual es un tiempo destinado para celebrar los tres días más sombríos y gloriosos del cristianismo que en conjunto forman un todo y abarcan totalmente el misterio pascual.
Su importancia reside en recordar que Jesús en su pasión y muerte nos eximió de culpa y dio la gloria de Dios y la vida por medio de su resurrección.
15.Cuales son las conmemoraciones del Triduo Pascual
El Triduo Pascual se caracteriza por estar compuesto por tres días en los cuales se conmemora un momento en particular antes de la Pascua y de finalizar el año litúrgico.
Jueves Santo: El Jueves Santo es el primer día de del Triduo Pascual, en este se celebra la Misa vespertina de la Cena del Señor en la cual se recuerda la Última cena y se expresa el amor incondicional de Dios.
Es una misa en la cual se conmemora la institución de la Eucarística y se realiza el Lavatorio de los pies, así como lo hizo Jesús a sus apóstoles.
Viernes Santo: El Viernes Santo es un día de ayuno y abstinencia en el que se recuerda la pasión y muerte de Jesús crucificado. Se recuerda la Pasión del Señor y no se realizan misas.
Sábado Santo: El Sábado Santo no se realiza ninguna misa porque se sigue recordando la muerte de Jesús. Luego, en la noche de ese día o en la madrugada del domingo se realiza la Vigilia Pascual para conmemorar la alegría de la resurrección de Jesús o Domingo de Resurrección y se enciende el Cirio Pascual.

NOS VOLVEMOS A VER EL LUNES 11 DE MARZO 2019

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